Mientras cae la lluvia • Capitulo 6 • #diariodeunamudadaconsciente

La pila de platos sucios esperaba sobre la mesa de la cocina, las bolsas con los restos de comida y las fuentes con aceitunas o retales de las delicias de ayer, nos miraban sospechosas al asomar la puerta... Cero ganas.  

Ayer habíamos echado la tarde entre risas y juegos de mesa hasta que estuvimos todos. Saboreamos bocado a bocado cada una de las opciones que preparamos mano a mano. Cada vez estoy más enganchada a esto de escuchar la lluvia desde dentro mientras huele a hojaldre recién hecho, usamos las copas de cristal grueso o hincamos el cuchillo de sierra al crujiente "Calzone". Luego vienen las disputas por ver quien consigue alcanzar los mejores méritos del juego de turno. Las revanchas, las riñas y lo mejor... Las risas y felicitaciones. Entonces, el aceite de esencias comienza a oler a quemado. Apagamos las velas y nos retiramos a descansar. 

Mi rubito también puso de su parte. Nos dejó preparar y degustar a nuestro ritmo. El que también descansa disfruta de su tranquilidad mientras en la planta de abajo pre-adolescentes y adultos aunamos en momentos bonitos. No sabe la que le espera en esta familia de locos...

Y recorrí cada dormitorio, bajando persianas, repartiendo besos y buenas noches hasta que el nórdico y el español, me hicieron recuperar un poco del calor que se me escapo por los pasillos. Cuantas buenas sensaciones. Que no se acaben nunca cuadrilla ... 

The first year • Capitulo 5 • #diariodeunamudadaconsciente

He llamado a los más importantes. A pesar de los virus (que han llegado antes que el frío, por cierto..) y de que las obras sigan a medias, no pienso dejar pasar la celebración por alto. 

Llevo mucho tiempo intentando convencerme de que los imprevistos forman parte de la vida y que no por ello hay que dejar pasar las ocasiones bonitas, al fin y al cabo la perfección no existe y lejos de parecerlo el objetivo es estar juntos, lo demás es secundario... 

En mi mente se mezclan bonitos momentos de nuestro pasado. Por suerte ahora cuento con la madurez de lo exquisito siendo esto para mi un lujazo. Ahora se bien lo que me importa, y como mandamiento de esta nueva etapa no voy a esperar a que llegue ese "yoquese" para ver como pasa el tren. 

Unas cañas, o un buen vino y nuestro jardín otoñal. Casualmente coincide la castañada que cada año se celebra en el pueblo. Había pensado prender el brasero del jardín hasta que vayamos para allá, pero creo que con el buen tiempo que tenemos y unas mantitas finas, reiremos a gusto mientras charlamos... 

Esta mañana hemos hecho hueco entre las hojas anaranjadas de los árboles para colocar los bancos y las sillas plegables de madera. Un buen puñado de panes para acompañar a los aperitivos y algún que otro banderín que hemos colgado bajo el toldo.

Ellos quieren salir con la chavalada a pasear por las calles y probar si el "trick or treat" funciona ahora más que antes. Parece que la tradición celta se va asentando un pelín más.

Los porches y los balcones de las casas se manifiestan con algunos adornos. O al menos así lo sentí en el camino de regreso a casa. Sería una pena que se quedaran colgados como cuando lo hacíamos antes... Aunque creo que con la ilusión que tienen de estar todos juntos, será más que suficiente.

Tengo ganas, como ellos, de verlos aquí, a todos. A la gran mayoría ya los vi pero juntarlos de nuevo, en el mismo escenario es como continuar con nuestras virtudes, nuestros defectos y nuestros buenos o malos momentos, pero juntos... Son las píldoras de la vida, esos pequeños momentos que sin animo de grandezas me apetecía sentir, lo necesitaba... 

Mi rubito llego hace un año y había encontrado la excusa perfecta para sumar tradiciones a nuestro calendario. Sería un halloween para recordar. 

Además, después de una mudanza, una pandemia y demasiados médicos era más que agradable tener cerca y juntos a casi todos.

Y así como una humilde anfitriona a la espera, extendía con cariño las cremas en los canapés... 

Feliz cumpleaños chiquito.

El choque • Capitulo 4 • #diariodeunamudadaconsciente


En medio de mi kaos los días seguían amaneciendo, y las agujas del reloj seguían girando a mi parecer... Demasiado deprisa ¿Alguien ha comprobado si siguen siendo 24 horas las que ocupan un día?

Por suerte el fresco de la mañana le daba culetazos a los calores que el cambio climático derramo este verano. Había dias que a primera hora de las mañanas hasta se antojaban las sudaderas. Estaba claro que las tradiciones de finales de septiembre ya estaban aquí. 

Dia a dia me iba reencontrando con las caras de mi antigua vida. Algunos sorprendid@s con el nuevo retoño, otros de tenernos cerquita. Estaban siendo días para encontrarse con aquellos que fueron mi vida y que en una u otra medida pusieron su grano para hacer lo que podría haber sido lo de siempre, los de siempre. 

Recordaba haberme marchado de aquí dejando unas gentes, con sus vidas que sin embargo no eran las mismas. Los mas importantes habían crecido cerca pero había muchos otros que envueltos supongo en sus propósitos no parecían ser los mismos, lo veía en sus ojos. Tampoco era plan decirles a la cara lo cambiados que se les veía, sobretodo si no era para bien, no era necesario y no es que me sintiera precisamente con derecho a husmear en cuestiones que no fuesen de mi incumbencia pero en términos generales fue un choque de realidad, incluso con los que veía mejor. Lo que para nosotros estaba siendo un nuevo comienzo no podía ser tan ilusionante para los que seguían como siempre y donde siempre, o al menos eso creía...  Y era un choque. Es curioso como tu mente predetermina que todo va a seguir igual, mientras pasan los años y con ella las historias de cada un@. Tenia la sensación de estar retomando mi vida, regresando al futuro.

A veces sentía que mi entusiasmo no estaba en el lugar apropiado y era solo cuestión de tiempo encajarlo con y donde me sintiera más yo, mas autentica que, sin ánimo de ser egoísta solo pretendía evolucionar y aplicar todo lo vivido para retomar aquellas vidas que tuvimos que dejar paradas. 

Supongo que cada persona, con su propia historia, se rinde ante lo que la vida le trae y poniendo al respeto por delante me daba cuenta que los años no pasaban en balde, yo incluida y es que amigos, tampoco era cuestión lo de rendirse pero claro, todo es relativo... Si algo me había enseñado la enfermedad de mi hijo era a ser y sentirme agradecida de vivir, con sus cinco letras. A llevar la cabeza bien alta, sentirme orgullosa de mi trayecto y a disfrutar de cada momento. ¿Hay a caso mejor manera de continuar creciendo? ¿O acaso la sabiduría de la experiencia no era una herramienta dorada? Al fin y al cabo la vida es movimiento, para nosotros y para los que se quedaron.

Esta loca insensata venia con ganas, a su ritmo pero con ganas ¿Hay algo más importante? ¿Sería capaz de volver a encajar donde estuve? Tal vez yo, nosotros, también habíamos cambiado...

Hasta el próximo capitulo.

El foco

Despojos • Cap 1 - t2 • #buscandolaidentidad

Era extraño, en lo más hondo del armario había mucho de mi. Desde dentro, tenia que encontrar algo que me llevara hasta allí. Saqué todo, lo...