Rutinas... jajaja... RU-TI-NAS (leasé en tono chulapo).
¿Os acordáis del capítulo anterior en el que os hablaba de nuestra "Casita de ensueño"?
Bien, pues hoy quiero dedicar el segundo capitulo a ella, a nuestra casa. Obvio que hemos aterrizado así como quien dice después de un lustro y un par de años más en los que nuestras vidas han estado bastante locas. (De esto ya os hablaré más adelante). Nos hemos visto atacados por ciertas circunstancias que no nos han permitido hacer un mantenimiento constante. Y claro... Los años no pasan en balde, tampoco para la casa, como podréis imaginar... Durante este tiempo fuimos saliendo al paso, pero eso no es suficiente.
Así pues, uno de los objetivos que nos marcamos cuando decidimos volvernos para acá fue darle un buen empujón a las cuestiones más urgentes.
Supongo que la vida es un poco así. Una vez me enseñaron un dicho que decía "El camino al éxito siempre está en obras". A estas alturas supongo que mi éxito es más terrenal que nunca. Lejos de alcanzar ningún podium solo me interesa mantenerme feliz, y poder disfrutar de los pequeños momentos con mi gente.
Digamos que el ritmo del objetivo se ha frenado y avanzamos lento, como el Adagio.
Y las rutinas ya están aquí ... Porque el verano se ha terminado hace ya un tiempo, y aunque no lo parezca, las tareas propias de cualquier familia en época escolar marcan los ritmos de casi todos... Pero el Adagio suena, de fondo, para al menos, caminar con elegancia...
¿Algún experto en la sala?
Nos vemos en el siguiente capitulo, querid@s...
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