Hola, que tal. Os pondré un poco en antecedentes para que os hagáis a una idea.
Soy madre de 3 criaturas. 13,10 y 10, el último son meses. Mi pareja está, es sólo que tiene una familia dormitorio, como las ciudades, si. Que conste que no le declaro culpable, vamos a verlo como un cúmulo de circunstancias y decisiones que nos han llevado hasta aquí. Cuando él llega a casa, nos ponemos al día de lo imprescindible y los fines de semana entre vida social y enriquecimiento familiar vamos echándole sal entre todos, a este proyecto tan importante y que nos permite alcanzar la felicidad mientras conjugamos con la lógica y pasamos por alto los "momentos erizo".
Supongo que... Como cualquier familia "normal" que después de vivir en nuestras propias carnes lo que viene a ser, la edad adulta y lejos de las películas que tantos esquemas han roto, (si somos sinceros, las pelis, ayudar a soñar han ayudado pero solo de sueños no se puede vivir, claro).
Es solo que la vida real tiene sus cosas y en general se va sumando todo...
Y así hasta formar un popurri entre la automatizada perfección (error), sensatez y sentido común. A todo esto, bien "mezcladito" lo vamos llamando felicidad y de golpe dejamos de sentirnos raros. Comenzamos a normalizar, eso si... Con la buena fe y el paso del tiempo que siempre ayudan a valorar las cosas pequeñas y básicamente... A dormir tranquilos.
El caso es que ahora, recién aterrizamos en nuestra "casita de ensueño" (o esa es la idea). Llegamos después de pasar una época de nuestras vidas en la capital más castiza del mundo. En realidad se supone que esta mudanza, no debería de costarnos mucho ya que aquí estuvo la que fue nuestra casa de vacaciones por algún tiempo y aquí fue donde nuestras vidas empezaron cuando solo éramos dos. Peeero todo eso fue hace demasiado tiempo, antes de lo que ha supuesto una era en nuestras vidas y que nos ha permitido crecer y llegar hasta aquí.
Ahora empiezan nuestras aventuras, la idea como ya os avancé es ir contándolo por capítulos, (mientras mi destino me deje claro, porque sus planes, suyos son) el bebé me lo permita y los pre-adolescentes no me crispen, aunque quede constancia que la paz es mi propósito.
¿Creéis que lo conseguiré? Os aseguro que la única forma de saberlo, es pasaros por aquí de vez en cuando.... Ganas no me faltan, así que espero sentir vuestro feedback, es importante para mi percibir que lo estáis leyendo y sentiros cerquita.
¡Nos vemos en el siguiente capítulo!
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